Una compañía británica, la Reaction Engines ha presentado la propuesta para el A2, un avión comercial hipersónico capaz de desarrollar velocidades de hasta Mach 5 (6.500 kilómetros por hora) con lo cual se reduciría drásticamente el tiempo de vuelo en las largas distancias. Por ejemplo, un vuelo transoceánico entre Europa y Australia tardaría solamente cinco horas.

La compañía inglesa que tiene su sede en Oxfordshire, esta respaldada por la Comisión Europea y por la Agencia Espacial Europea. El avión que han diseñado tiene la capacidad de volar unos 20.000 kilómetros sin ninguna escala (es el equivalente a casi la mitad del planeta de un solo salto) pudiendo llevar hasta 300 pasajeros. El combustible que debe utilizar este avión es hidrógeno líquido debido a que posee un mayor calor especifico que otros tipos de combustible, es decir que produce mayor cantidad por unidad de masa que otras sustancias cuando se hace reaccionar con oxígeno.




La Reaction Engines ha trabajado en el proyecto LAPCAT (Long Term Advanced Propulsion Concepts and Technologies) que le ha permitido desarrollar el Scimitar, un propulsor novedoso que le saca provecho a las propiedades del hidrógeno líquido. Este propulsor puede brindarle al A2 una velocidad máxima sostenida de Mach 5 es decir 5 veces mas rápido que el sonido, es decir más del doble del Concorde que podía desarrollar una velocidad máxima de Mach 2.

El Scimitar puede operar además en modo de vuelo subsónico que le permite funcionar de manera eficiente a velocidades subsónicas además de despegar con un ruido moderado, sin el estampido sónico producido por todo avión que supera la barrera del sonido.

De acuerdo a los estudios de factibilidad económica efectuados hasta el momento, el precio de un billete de avión en uno de estos aviones sería por completo comparable al precio de cualquier vuelo transoceánico de clase ejecutiva. Sin embargo dada la reducción en el tiempo de vuelo que se daría con el A2, muchos pasajeros estarían más que interesados en viajar en el A2 al ver reducido un viaje de 22 horas a solo 4 horas y media.

Este es solo un ejemplo del futuro que tienen los vuelos hipersónicos no solo a nivel militar, sino también comercial, en donde la promesa de una reducción en el tiempo de vuelo va a inclinar los gustos del público hacia las compañías que posean aviones que permitan efectuar vuelos intercontinentales en solo unas pocas horas.